Historia3
¿Quien fué Juan Manuel de Rosas?
Juan Manuel de Rosas perteneciente a una familia de la élite terrateniente, se destacó como un exitoso estanciero, lo que le dio una base económica y una gran influencia sobre la población rural, especialmente los gauchos. Tras un período de anarquía en la provincia y luego de derrotar a Lavalle, asumió como gobernador de Buenos Aires en 1829. Su gobierno tuvo dos periodos: 1829-1832 y 1835-1852. Su segundo mandato fue el más largo y significativo. Gobernó con "facultades extraordinarias" y la "suma del poder público", lo que le permitió un control total sobre el gobierno y la sociedad. Impuso el federalismo, aunque de un modo centralista, y su gobierno se caracterizó por la divisa punzó (el uso de la cinta roja) como símbolo de adhesión y la persecución de sus oponentes, los unitarios. Defendió la soberanía nacional ante los bloqueos de potencias europeas como Francia y Gran Bretaña. Su poder terminó en 1852, cuando fue derrotado por Justo José de Urquiza en la Batalla de Caseros. Rosas se exilió en Inglaterra, donde murió. Su derrota abrió el camino a la organización nacional y la sanción de la Constitución de 1853, a la que Rosas se había opuesto.
BATALLA DE LA VUELTA DE OBLIGADO
INTERPRETACIONES HISTORIOGRÁFICAS DE LA FIGURA DE ROSAS:
Sarmiento en "Facundo" sobre Rosas:
Domingo Faustino Sarmiento, en su obra "Civilización y Barbarie. Vida de Juan Facundo Quiroga" (comúnmente conocida como "Facundo"), no critica directamente a Rosas en este fragmento, sino que lo presenta como la culminación y la más alta expresión de la "barbarie" rural que él asociaba con los caudillos. Para Sarmiento, Rosas era lo contrario a la civilización, el progreso y las instituciones republicanas. Lo ve como el "genio del mal" que domina el desierto argentino, oponiéndose a los ideales de la ciudad.
Fragmento del "Facundo": "Tanto es así, que el general Rosas, que ha sujetado a la civilización y la ha ahogado, no ha podido sin embargo librarse del hábito de la pampa. Él, que ha matado a la ciudad, se ha vuelto a la pampa. Y es de la pampa que vienen los males de la República Argentina, es de la pampa de donde ha brotado ese poder sin límites, esa dictadura, que se ha cebado en la sangre de los hombres ilustres de la ciudad."
José María Rosa defendiendo a Rosas:
José María Rosa, uno de los principales exponentes del revisionismo histórico, reivindicó la figura de Rosas. En su obra "Historia Argentina", presenta a Rosas como un líder nacional y popular, que defendió la soberanía y los intereses del país frente a las potencias extranjeras y a la élite liberal y centralista. Para Rosa, Rosas no fue un tirano, sino un estadista que supo entender a las masas rurales y mantener la unidad nacional en un período de anarquía.
Fragmento de "Historia Argentina": "Rosas no era un bárbaro. Era un criollo inteligente, práctico, de sentido común. Su 'barbarie' fue un invento de la oligarquía porteña y unitaria, que no lo perdonó por haber representado los intereses del interior y haber defendido la soberanía nacional contra las agresiones francesas e inglesas. El rosismo fue un movimiento de masas, un nacionalismo popular que se opuso a los vendepatrias que querían abrir el país a la dominación extranjera."
Jorge Gelman sobre Rosas:
El historiador contemporáneo Jorge Gelman, al igual que otros académicos actuales, busca superar la dicotomía de "civilización o barbarie" y la visión simplista de "bueno o malo". En lugar de juzgar a Rosas, se enfoca en comprender su poder a través del análisis social, económico y político del período. Sus estudios se centran en el apoyo que Rosas recibió de las clases populares, las estrategias de control social y la compleja relación entre el campo y la ciudad. Gelman lo sitúa en su contexto histórico, reconociendo su figura como un líder carismático y autoritario que, al mismo tiempo, generó una base de consenso popular.
Fragmento de un texto de Jorge Gelman: "El poder de Rosas no se basó únicamente en la represión y el terror, como lo planteaba la historiografía liberal, sino que también tuvo un componente de consenso popular y de integración social. Rosas logró establecer una relación clientelar y paternalista con los sectores rurales, los gauchos y la población más pobre, a través de la provisión de trabajos, favores y justicia. Esto no niega el carácter autoritario de su gobierno, pero sí nos obliga a complejizar la pregunta sobre por qué un régimen tan represivo pudo sostenerse por más de veinte años."
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