Conquista Española
El dominio sobre América
La incorporación de América al mundo conocido por los europeos generó disputas entre los reinos interesados en las nuevas tierras. Cada vez que una de estas naciones tomaba posesión de un territorio, se constituia en metrópoli de esas tierras conquistadas, es decir que operaba como centro desde el cual se tomaban todas las decisiones políticas, económicas, jurídicas y militares concernientes a los nuevos dominios. A su vez, esos dominios eran colonias, o sea que sus territorios y sus habitantes eran sometidos a la autoridad de la metrópoli en cuestión. España basó su expansión en América en dos principios intimamente vinculados, el poder terrenal de los reyes y el poder espiritual de la Iglesia, simbolizados por la cruz y la espada. De esta manera, cada expedición tenia el objetivo de ganar territorios para la Corona pero, al mismo tiempo, de convertir al catolicismo a los habitantes del lugar. De esta manera, la evangelización de los pueblas originarios de America fue una misión para toda empresa conquistadora. Con este fin, en 1513, se elaboró un documenta llamado Requerimiento que debia ser leido a los indigenas al entrar en contacto con ellos. A través de este escrito se les exigia la obediencia a la Corona y a la iglesia, bajo la amenaza de severos castigos si no aceptaban.
La conquista de México
Durante los primeros años de la exploración de los territorios americanos, los españoles recorrieron las costas de Centroamérica.
En 1517, una expedición que llegó a Cuba desde Yucatán dio a conocer noticias sobre las culturas estatales mesoamericanas. Interesados en las riquezas que se describian, los españoles organizaron una expedición, al mando de Hernán Cortés. A principios de 1519, Cortés recibió la confirmación de la existencia del Imperio Azteca y decidió establecer alianzas con los pueblos sometidos por aquellos, por ejemplo, con los tlaxcaltecas. Las noticias del avance español llegaron a oidos de Moctezuma, emperador azteca, quien envió embajadores que recibieron a los españoles con valiosos regalos de oro y plata.
En septiembre de 1519, los españoles alcanzaron la ciudad capital y fueron recibidos como huéspedes por Moctezuma. Algunos nobles no estuvieron de acuerdo con la actitud de su emperador y, en los meses sucesivos, comenzaron a rebelarse. Moctezuma decidió dirigirse a su pueblo en la plaza central para calmarlos, pero la multitud reaccionó arrojándole piedras y flechas, que lo hirieron de muerte. Entonces, los españoles debieron huir, muy pocos hombres, entre ellos Cortes, escaparon de la ciudad.
Los españoles en las tierras de Tlaxcala, prepararon un ejército con gran aporte de indigenas opositores a los aztecas y refuerzos enviados desde las Antillas. Con esas fuerzas, en 1521, iniciaron la invasión de Tenochtitlán, por tierra y por agua. Los aztecas resistieron conducidos por el nuevo emperador Cuauhtémoc. Finalmente, sin agua ni alimentos, los nativos debieron rendirse.
Una vez derrotado el Imperio Azteca, los conquistadores extendieron su dominio sobre el territorio del actual México, al que denominaron Nueva España. El rey Carlos V nombró a Cortés gobernador y capitán general y lo premió con tierras y riquezas.
La conquista de Perú
La conquista del Imperio Azteca despertó el interés de muchos españoles por las riquezas encontradas. Por eso, en 1523, Francisco Pizarro y Diego de Almagro partieron de Panamá y exploraron el territorio hasta el norte de Perú, donde se enteraron de la existencia del Imperio Inca. Pizarro volvió entonces a España y firmó una capitulación con el rey para conquistar la región.
En 1531, mientras entraban en el territorio incaico, los conquistadores se enteraron de que existia una guerra civil entre los herederos del trono inca: Huáscar y Atahualpa, Al poco tiempo, Atahualpa derrotó a su hermano, lo hizo ejecutar y asumió como emperador. Entonces, envió un embajador ante Pizarro para conocer las intenciones de los europeos, pero los lujosos adornos y vestimentas que les obsequiaron los nativos solo aumentaron la codicia de los españoles.
Pizarro convenció a Atahualpa de encontrarse personalmente en la ciudad sagrada de Cajamarca, donde sorpresivamente los españoles atacaron a los indigenas y tomaron prisionero al emperador. A pesar de que el emperador pagó un enorme rescate en oro y plata, Pizarro mando ejecutarlo en 1533, El asesinato de Inca paralizó a la población y facilitó la ocupación de Cuzco. Dos años después Pizarro fundo la ciudad de Lima, estableciéndola como nueva capital de la región.
Las ventajas de los vencedores
Al analizar la conquista de América, resulta sorprendente que un número reducido de españoles haya vencido en poco tiempo a poblaciones americanas compuestas por millones de habitantes. Pero existen distintos factores que explican el triunfo español. Por un lado, los conquistadores disponian de una superioridad en los armamentos: utilizaban armas de fuego y espadas de acero frente a las lanzas y las Mechas de los indígenas. Además, vestían armaduras de metal, mientras que los nativos usaban protectores de cuero o algodón. Los caballos, de origen europeo, fueron decisivos en los combates.
Por otro lado, las enfermedades traídas por los conquistadores mataron a las poblaciones indigenas que carecían de anticuerpos. Entre ellas se encontraban, la gripe, las paperas, el sarampión, la viruela, el cólera y la fiebre amarilla.
Además, los españoles supieron aprovechar las creencias indigenas y las rivalidades entre los pueblos americanos. Algunas comunidades indigenas recibieron a los europeos como si fueran dioses o enviados de ellos, lo que facilitó la conquista de esas poblaciones. En otros casos, los conquistadores se aliaron con las pueblos sometidos a los grandes imperios americanos.
Las Tres Grandes Civilizaciones
Al momento de la conquista, tres civilizaciones se destacaban por su poder, organización y desarrollo cultural: los Aztecas, los Mayas y los Incas.
1. Los Aztecas
Ubicación: Se asentaron en el Valle de México y formaron un imperio en el actual territorio de México central. Su capital, Tenochtitlán, era una de las ciudades más grandes del mundo en su época, construida sobre una isla en el lago de Texcoco.
2. Los Mayas
Ubicación: Esta civilización se desarrolló en la península de Yucatán y en los actuales territorios de Guatemala, Belice, Honduras y El Salvador. A diferencia de los aztecas e incas, no formaron un imperio unificado, sino un conjunto de ciudades-estado independientes.
3. Los Incas
Ubicación: Su vasto imperio, llamado Tahuantinsuyo, se extendía a lo largo de la cordillera de los Andes, abarcando los actuales territorios de Perú, Ecuador, Bolivia, el norte de Chile, el noroeste de Argentina y el sur de Colombia. Su capital era Cusco.
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