REVOLUCIÓN DE MAYO
Los sucesos de la Semana de Mayo | Día por día
El 14 de mayo de 1810 llegó a Buenos Aires
la fragata inglesa Mistletoe, trayendo periódicos que confirmaban ciertos
rumores que ya circulaban con intensidad en Buenos Aires: la Junta Central de
Sevilla, último bastión del poder español, había caído en manos de Napoleón,
conformándose entonces el Consejo de Regencia
El 18 de mayo el virrey Baltasar Hidalgo de
Cisneros publica un bando en el que pide al pueblo que se mantenga fiel a
España, que había sido invadida por los franceses.
El 19 de mayo, mientras los realistas estaban
dispuestos a someterse a la autoridad del Consejo de Regencia, los criollos lo
rechazaron y argumentaron que no representaba el poder del pueblo por no haber
sido nombrado por ellos como rey. Por lo tanto, los criollos piden a las
autoridades que se les permita realizar un Cabildo Abierto. Cornelio Saavedra y
Manuel Belgrano se lo solicitan al Alcalde Lezica y Juan José Castelli hizo lo
propio ante el síndico Leiva.
El domingo 20, el virrey recibe a funcionarios
del Cabildo, jefes militares y criollos, a quienes les solicita apoyo ante una
posible rebelión, pero todos ellos se negaron a brindárselo. Castelli y Martín
Rodríguez insistieron con el pedido de Cabildo Abierto. El virrey lo consideró
una insolencia y un atrevimiento y quiso improvisar un discurso. Entonces,
Rodríguez le advirtió que tenía cinco minutos para decidir. Cisneros respondió:
“Ya que el pueblo no me quiere y el ejército me abandona, hagan ustedes lo que
quieran” y convocó al Cabildo para el día 22 de mayo.
El lunes 21, se produce la ocupación de la Plaza
por parte de una multitud de hombres armados. El grupo de revolucionarios
estaba encabezado por Domingo French y Antonio Luis Beruti, bajo el nombre de
“Legión Infernal”. Pedían fervientemente que se concrete la convocatoria al
Cabildo Abierto. Es entonces cuando el Cabildo invita a los principales vecinos
a reunirse el día 22 en Cabildo Abierto El Cabildo Abierto del martes 22 de
mayo tuvo 450 invitados pero sólo pudieron llegar 251. Abre la sesión el
escribano del Cabildo, Justo José Núñez” y entonces comienza un debate que por
momentos fue desordenado y tumultuoso. Después de largas discusiones, se
resuelve que el virrey cese en el mando.
El miércoles 23 el Cabildo dio un golpe
contrarrevolucionario nombrando una junta presidida por el virrey destituido,
señalando que tenía facultades para ello en virtud del Congreso General del día
anterior. Ello generó la furia de las milicias y del pueblo, resultando
inaceptable para los partidarios de la revolución.
El jueves 24, los integrantes de esa junta
Castelli y Saavedra renuncian. Por la noche, Castelli y Saavedra más una
delegación de patriotas se presentaron en la casa de Cisneros y lograron su
renuncia. La Junta quedó disuelta y se convocó nuevamente al Cabildo para la
mañana siguiente.
El viernes 25, los criollos, reunidos en la
Plaza Mayor (actual Plaza de Mayo) y en busca de noticias, gritan: "el
pueblo quiere saber de qué se trata. Los delegados de los revolucionarios
dijeron que no se conformaban con la renuncia de Cisneros, que el pueblo debía
asumir el gobierno. Finalmente, Martín Rodríguez leyó desde el balcón los
nombres de los nueve hombres que integrarían la Primera Junta del Gobierno
Patrio. Lo que parecía increíble, se hizo real, se había formado un gobierno
con criollos.
Revolución de Mayo
A comienzos de mayo de 1810, las autoridades y los
habitantes de Buenos Aires recibieron la noticia de que los franceses
controlaban todo el territorio España y que la Junta Central se habla disuelto.
Un grupo de abogados criollos decidió que era el momento adecuado para formar
un gobierno propio. Después de varios enfrentamientos con los peninsulares, los
criollos lograron la renuncia del virrey. El
25 de mayo, el Cabildo designó una junta presidida por el coronel Cornelio
Saavedra, jefe de las milicias criollas que se habían formado durante las
invasiones inglesas
Pero los criollos que hicieron la revolución tenían
diferentes ideas sobre los cambios que era necesario realizar. Algunos querían
que rápidamente proclamara la independencia de España, mientras que otros
querían esperar el resultado de la guerra en Europa contra Napoleón. Mientras
algunos revolucionarios querían que la Junta de Buenos Aires tomara todas las
decisiones, otros querían que todas las ciudades del Virreinato mandaran
representantes para compartir esa responsabilidad.
Así, entre los criollos se fueron diferenciando dos grupos.
Uno estaba encabezado por Saavedra. Los saavedristas
eran partidarios de crear un gobierno criollo, pero manteniendo la organización
de la antigua sociedad colonial. El otro grupo era liderado por Mariano Moreno,
un destacado abogado, Los morenistas
pretendían organizar un gobierno más democrático y, por lo tanto, querían
introducir cambios profundos.
Mientras estas discusiones dividían a los revolucionarios, otro problema los unía: el peligro del regreso de los partidarios del rey de España, también llamados realistas. En muchas ciudades del antiguo Virreinato, las autoridades españolas continuaban gobernando. Existía el peligro de que tropas realistas enviadas desde Chile y Perú los apoyaran para derrotar a los revolucionarios. Para destituir a las autoridades españolas y acabar con este peligro, la Junta organizó ejércitos y los envió a distintos puntos del territorio. Comenzó así la Guerra de la Independencia.
LOS INESTABLES
GOBIERNOS REVOLUCIONARIOS
Al conflicto entre morenistas y saavedristas pronto se
sumaron otros que impidieron la formación de un gobierno estable. La llegada de productos industriales del exterior estaba arruinando a muchos
artesanos de las ciudades del interior.
Por eso, algunos criollos querían prohibir la entrada al país de ciertos
productos. Además, como el comercio
beneficiaba principalmente a Buenos Aires, que controlaba el principal puerto, querían que los ingresos de la Aduana de Buenos Aires fueran
compartidos entre todas las provincias.
Estos problemas enfrentaron a provincianos y porteños cuando
los representantes de las ciudades del interior se integraron a la Primera
Junta y formaron la Junta Grande.
Los criollos de Buenos Aires lograron la creación de un poder ejecutivo formado
sólo por tres miembros: el Triunvirato.
El Primer Triunvirato perdió apoyo
rápidamente porque defendía los intereses porteños y debió renunciar. El Segundo Triunvirato convocó una reunión
con representantes de las distintas ciudades para dictar una constitución y
resolver los problemas que afectaban a todos. Se formó así la Asamblea del año XIII. Aunque esa asamblea
no llegó a dictar una constitución, tomó importantes medidas: adoptó el Himno y
el Escudo como símbolos del nuevo país y resolvió concentrar el poder en una
sola persona: el Director Supremo.
Entre 1814 y 1820 se sucedieron seis directores, que no lograron el apoyo
necesario para mantener se en el cargo.
LOS CONFLICTOS REGIONALES
Las ciudades controlaban territorios que luego serían
conocidos como provincias. A partir
de la Revolución de Mayo, en las principales ciudades del antiguo Virreinato
comenzaron a surgir nuevos conflictos. Todos los gobiernos revolucionarios,
conducidos principalmente por criollos de Buenos A eran partidarios del
librecambio.
El librecambio
era una idea económica que proponía bajar los impuestos de las aduanas para
favorecer al máximo las importaciones y las exportaciones. El librecambio
benefició a las provincias que tenían ríos navegables sobre las que había
puertos a los que llegaban barcos extranjeros. Esta era la situación de la Banda
Oriental, Santa Fe, Corrientes, Entre Ríos y Buenos Aires. Otras provincias,
como Mendoza, Córdoba y Santiago del Estero, en cambio, se veían muy
perjudicadas porque se encontraban alejadas de los ríos navegable además, producían
artículos que se importaban de Europa: Mendoza, vino, Córdoba y Santiago del
Estero, tejidos. Los productos locales eran más caros que los importados. Para
remediar esta situación, algunos criollos querían proteccionismo, es decir, que se prohibiera importar artículos que
se hacían en el país.
Entre los habitantes de las provincias que se beneficiaban
con el librecambio había otro conflicto. Los porteños pretendían que los
ingresos de la Aduana de Buenos Aires fueran controlados sólo por su provincia.
Además trataron de impedir la competencia de los estancieros del Litoral,
cerrando navegación de los ríos Paraná y Uruguay. A partir de estos conflictos,
en las Provincias Unidas se fueron diferenciando tres regiones: el Litoral,
el Interior y Buenos Aires.
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