Modernidad

Una nueva forma de Estado: El Estado absolutista.

 Desde finales del siglo XV, en las sociedades de Europa occidental se registraron profundas transformaciones en la organización del ejercicio de la autoridad política. Hasta ese momento, cada señor feudal ejercía el gobierno y aplicaba la justicia en forma directa sobre las personas que vivían en las tierras que cada uno controlaba. En las sociedades de Europa feudal, los reyes fueron considerados como uno más entre los señores.

Pero, luego de la crisis del siglo XIV, los cambios en las relaciones entre los señores y los campesinos provocaron la necesidad de reorganizar la forma de ejercer la autoridad política. Los señores consideraron que las revueltas de campesinos y artesanos eran amenazas muy graves al orden social y al poder que como grupo ejercían sobre la sociedad. Los ejércitos feudales no podían asegurar el trabajo de los campesinos y restablecer el orden. Frente a esta situación, los señores decidieron unir sus fuerzas con las del rey y, lentamente, los monarcas comenzaron a ejercer su autoridad sobre todos los habitantes del reino sobre los campesinos y los burgueses y también sobre los señores.

La concentración del poder político en la persona del rey dio origen a un nuevo tipo de Estado, llamado Estado absolutista. Este nuevo Estado garantizó el control de los campesinos y aseguró a los nobles la percepción de las rentas producidas por los trabajadores rurales.S

Sin embargo, la organización de los Estados absolutistas también generó conflictos entre el rey y los nobles. Algunos señores no estuvieron dispuestos a devolver a los monarcas la autoridad que les habían delegado y que ellos ejercían desde hacía siglos. En numerosos casos, estos señores tuvieron que ser sometidos por la fuerza. Al mismo tiempo, para compensar la pérdida de autoridad que sufrió la nobleza feudal, los reyes garantizaron a los señores la propiedad de gran parte de las tierras que habían recibido como feudos. A partir de entonces, los señores se transformaron en terratenientes.

Por otra parte, los monarcas buscaron el apoyo de los burgueses más poderosos; algunos de ellos se integraron como funcionarios del gobierno y constituyeron un importante respaldo económico para la monarquía.


La expansión europea


Entre los siglos XV y XVIII, Europa protagonizó uno de los procesos de expansión comercial y territorial más importantes de la historia de la humanidad. La necesidad de los comerciantes de hallar nuevas tierras en las cuales proveerse de productos que la población demandaba, motivó la búsqueda de nuevas rutas comerciales: este fue el comienzo del proceso de expansión.

Este proceso estuvo acompañado por los principios de una doctrina económica denominada mercantilismo, que señalaba que el Estado monárquico debía tener un control efectivo sobre la economía -la producción y el comercio, con el fin de aumentar el poder político y económico de un reino. La convicción generalizada en la época del mercantilismo era que la riqueza dependía de la acumulación de oro y plata, y que todos los esfuerzos de un reino debían encauzarse para alcanzar este fin.

De este modo, los monarcas fomentaban los viajes que tenían como objetivo obtener metales preciosos que se utilizaban para mantener los palacios, los ejércitos y los numerosos funcionarios que integraban las monarquías europeas, y para conservar y acrecentar la acumulación de riquezas.

El mercantilismo

¿A qué se conoce como mercantilismo? 

El mercantilismo es una política económica o un conjunto de medidas económicas que dominó el escenario europeo durante los siglos XVI, XVII y XVIII, cuya principal premisa fue que el Estado debía ejercer un control estricto sobre la industria y el comercio, con el interés y la intención de aumentar el poder de la nación promoviendo un saldo positivo en la balanza de pagos al lograr que las exportaciones superaran en valor a las importaciones.

El mercantilismo como corriente de pensamiento económico rompió con los valores morales y religiosos dominantes en la Edad Media, siendo sus características centrales la intervención estatal y el proteccionismo.


¿En qué contexto histórico surgió el mercantilismo?

El surgimiento del mercantilismo, más allá de las nuevas concepciones sociales que gradualmente comenzaban a desvincular al hombre de la teología medieval y sus mandatos económicos, puede asociarse al descubrimiento de América y la explotación de sus riquezas minerales. Su origen puede hallarse en la centralización del poder monárquico, alcanzando su plenitud con el Estado absolutista.


¿Cuál era la premisa más importante para el mercantilismo?

La premisa que sintetiza el pensamiento mercantilista es que mientras más riquezas, o sea mayores cantidades de oro y plata un Estado acumule, más poderoso es éste en relación al resto de los Estados.

¿Por qué vías pretendían los mercantilistas obtener los metales preciosos que posibilitaran la grandeza de su estado?

Básicamente reconocían tres vías:

Extrayéndolo de las colonias americanas.

A través de la piratería.

Por medio del intercambio comercial.

La expansión marítima europea

A partir del siglo XV, los cambios en la concepción del hombre y del mundo, los nuevos conocimientos técnicos y los intereses de las monarquías nacionales favorecieron un proceso de expansión marítima de los europeos. 

La pérdida de las rutas tradicionales

Desde la Antigüedad y especialmente durante la Edad Media, numerosos productos de lujo eran llevados a Europa desde Oriente, entre ellos tapices, sedas, piedras preciosas, perfumes, materias colorantes y perlas. A fines de la Edad  Media, las especias, como la pimienta, la nuez moscada, el clavo de olor, el jengibre, el cardamomo, el azafrán y la canela se volvieron indispensables para la cocina europea

Estos productos llegaban a Europa por dos vías: la llamada ruta de las especias, que a través del océano Índico trasladaba las mercaderías hacia los puertos del Mediterráneo oriental, y la ruta de la seda, que atravesaba el Asia Central hasta Llegar a las costas orientales del mar Negro. Los centros de ese comercio eran las ciudades de Constantinopla y Alejandría. Comerciantes italianos se ocupaban de distribuir esas mercaderías en los países europeos.

A pesar de este activo comercio, los europeos carecían de conocimientos exactos acerca de los lugares desde donde traían los productos de lujo y de las distancias que los separaban de Europa.

En 1453, mediante una serie de victorias militares, los turcos se apoderaron de Constantinopla, capital del Imperio Romano de Oriente (a la que denomina ron desde entonces Estambul). Desde allí, controlaron el comercio de productos de lujo que hasta ese momento había sido utilizado por los europeos para llegar a Oriente. Como consecuencia, Europa perdió las rutas comerciales que la ligaban con Asia y debió emprender la búsqueda de caminos alternativos que la pusieran en contacto con las mercaderías que tanto necesitaba Estas nuevas rutas se dirigieron por primera vez hacia el Oeste, desencadenando las exploraciones marítimas que encabezaron los portugueses y españoles por el océano Atlántico hacia fines del siglo XV.

 Perdida de las rutas tradicionales

La expansión española

A partir de 1469, los Reyes Católicos, Fernando e Isabel, llevaron adelante el proyecto de construcción del Estado moderno español. Para ampliar su dominio, impulsaron una expansión marítima que fue la expresión de su Interés por ocupar nuevas tierras, explotar sus recursos y difundir la fe cristiana. A la vez, esta expansión desató disputas con Portugal por la potestad de las regiones descubiertas.

 

En 1492, los Reyes Católicos aceptaron el proyecto de Cristóbal Colón, un marino genovés, que se proponía navegar por el Atlántico hacia el Oeste hasta encontrar las Indias Orientales.

La expedición, integrada por ochenta y siete hombres distribuidos en una nao, la Santa María, y dos carabelas, la Niña y la Pinta, partió del puerto de Palos el 3 de agosto de 1492. Después de muchos días de recorrido en mar abierto, a mediados de septiembre comenzaron a aparecer las primeras señales de tierra firme plantas en el agua y pájaros en el cielo. Finalmente, el avistaje se produjo el 12 de octubre al divisar una isla caribeña cuyos habitantes se denominaban Guanahaní Colón creyó que había llegado a las buscadas islas de las especias en las llamadas Indias Orientales, por eso denomino Indias a los territorios que halló e “indios” a sus habitantes.

En este primer viaje, Colón exploró las Antillas mayores y llamó La Española a la isla de Santo Domingo (actualmente, Haití y República Dominicana). En las costas de esa Isla encalló la nao Santa María, con cuyos restos el marino ordenó construir el fuerte Navidad. Cuando Colón partió de regreso a España, allí se quedaron algunos integrantes de la expedición, a los que les dejó provisiones para un año y semillas de cereales para que sembraran.

El regreso de Colón fue celebrado por el pueblo español durante todo su trayecto desde el puerto de Palos hasta su llegada a Barcelona, donde se encontraban los Reyes Católicos, Estos recibieron a Colón de manera triunfal y admiraron los pájaros y los indígenas que les llevó como muestra de lo que había encontrado en las nuevas tierras.


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