"¿QUÉ ERAN LAS POLIS?
La polis era un gran espacio fortificado, normalmente situado en lo alto de una colina. Este espacio se llama acrópolis. Por su situación estratégica y sus murallas, la acrópolis podía ser utilizada por los habitantes como refugio en caso de ataque. Allí también se construyeron edificios civiles y templos dedicados a las deidades protectoras de la ciudad. Otra parte importante de la polis era la plaza pública o ágora, donde funcionaba el mercado y se atendían los problemas que afectaban a la comunidad. Al pie de la acrópolis estaba el Asty, constituido por las casas de los habitantes, la plaza, el mercado y, fuera de las murallas, el campo, de donde provenían los recursos para sostener económicamente cada polis: trigo, vid, olivo y otros árboles frutales, además de ovejas y cabras.

Aunque las polis eran independientes y rivalizaron entre sí, los habitantes de todas ellas tenían un sentimiento común. Los griegos se consideraban miembros de una misma cultura, porque compartían la lengua, la religión y las costumbres, y un mismo espacio geográfico: la Hélade.
Limitaciones de la democracia ateniense
No obstante que la democracia ateniense
se basaba en la igualdad y la libertad, estos
valores no eran absolutos, pues fueron limi-
tados, porque la ciudadanía reservaba los
derechos políticos a los varones atenienses
mayores de veinte años de edad. A partir
de ello y de la igualdad aplicada solo entre
ciudadanos, la democracia ateniense tuvo
tres limitaciones:
• Exclusión de las mujeres: No tenían dere-
chos políticos y estaban relegadas a fun-
ciones domésticas.
• Exclusión y desigualdad de los extranje-
ros: No tenían derecho a la ciudadanía,
pero en caso de guerra tenían la obliga-
ción de alistarse en el ejército. General-
mente se dedicaban a la artesanía y al
comercio.
• Exclusión y desigualdad de los esclavos:
Constituían el grupo más numeroso. Eran
prisioneros de guerra e hijos de esclavos
que formaban parte de la propiedad de
los ciudadanos. No tenían ningún de-
recho y trabajaban duramente para los
grandes propietarios agrícolas y para el
ejército.
La educación en Esparta
La sociedad espartana estaba fuertemente militarizada. Los espartanos valoraban aspectos como la valentía, la astucia y la obediencia, es decir, las virtudes de un buen soldado, y la educación se basaba en estos valores.
Los niños espartanos dejaban su casa a los siete años, edad en que pasaban a depender del Estado, que los educaba para la guerra con una disciplina durísima. Un tribunal examinaba a los ninos espartanos para evaluar si su condición fisica era apta para el entrenamiento militar. Recibían una intensa educación física y eran adiestrados para soportar el hambre, el frío y el dolor. Si desobedecían o no se esforzaban lo suficiente, recibían castigos físicos.
La hegemonía de Atenas
En el siglo V a. C., Atenas se convirtió en la polis más importante de la Hélade gracias a su superioridad militar, comercial y cultural. Esta época, el llamado Período Clásico, fue también, como hemos visto, la época de consolidación de la democracia, de la mano de Pericles.
Las guerras médicas
Atenas construyó, a principios del siglo V a.
C., una importante flota para defenderse de
las amenazas de los persas, que habían con-
solidado un gran imperio en la llanura iraní.
Dispuso también de un importante ejército
formado por hoplitas.
Los griegos lograron derrotar a los persas
durante las llamadas guerras médicas, en la
batalla terrestre de Maratón y en la naval de
Salamina.
Tras su victoria ante los persas, Atenas creó
la Liga de Delos. La liga estaba formada por
varias polis aliadas que debían aportar una
contribución anual para mantener el ejército
de hoplitas y la flota. Lo recaudado se guar-
daba en la isla de Delos y era el conocido
como tesoro de Delos. En la práctica, Atenas
acabó controlando este tesoro e imponien-
do a sus aliados unas condiciones cada vez
más duras.
El declive de Atenas
En el último tercio del siglo V a. C. algunas polis griegas, como Corinto y Esparta, empezaron a cues-
tionar la hegemonía de Atenas y el hecho de que
esta controlara el tesoro de la Liga de Delos.
La tensión entre las polis fue en aumento y llevó a una serie de enfrentamientos, las llamadas guerras del Peloponeso (431-404 a. C.). Esparta resultó vencedora, Atenas quedó arruinada, tuvo que entregar su flota y vio cómo los espartanos destruían las fortificaciones del puerto y las murallas que
rodeaban la ciudad.
Pero las consecuencias de estas guerras afectaron a muchas otras polis, que sufrieron la destrucción de sus defensas y el retroceso de la agricultura.
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